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“Somos ricos: tenemos agua, bosque, aire puro”

Fecha

  • From: 23 octubre, 2018
  • To: 23 octubre, 2018
  • Starting at: 03:30 PM
  • Finishing at: 05:30 PM

Dirección

  • calle 67 #8-32
  • Cámara de Comercio
  • Colombia

Si piensa en su tradición cultural, el paisaje tiene el cielo azul, un río que corre libre, hombres y mujeres que durante décadas han trabajado en la pesca, en la extracción de materiales, como se los enseñaron sus padres, como a sus papás se los enseñaron los abuelos. Ese panorama no es el mismo cuando tiene que dejar claro cómo es hoy su pueblo, cómo vive hoy su gente, de qué manera ven pasar los días.

Jenaro Graciano se describe campesino, se llama hombre de la tierra, de la naturaleza. Él hablará de lo que ha hecho con el Movimiento Ríos Vivos (Antioquia) en el caso de la construcción de la Hidroeléctrica de Ituango, HidroItuango, en el Coloquio ERRATA#18 “Los derechos de los vivientes”, que abordará las “Aporías de la sustentabilidad capitalista”, este martes 23 de octubre, a las 3:30 p.m., en el Auditorio Cámara de Comercio de Bogotá, sede Chapinero (ubicado en la calle 67 #8-32). Para asistir a esta actividad con entrada libre usted solo debe inscribirse en este enlace.

“Abordaremos la problemática que tenemos los municipios afectados por el proyecto de HidroItuango, presentado cómo vivíamos los camioneros, los barequeros, los pescadores, cómo era vivir en las riveras del río, cómo era la vida, esa relación de las personas que habitábamos con nuestra tierra”, precisa Graciano, quien cree que, con la llegada de la hidroeléctrica, “el tejido social se perdió con la represa, no hay ya esa comunicación entre vecinos, trayendo conflictos entre familias, entre los grupos sociales del territorio, los problemas de prostitución, de drogadicción”.

Las manifestaciones, las luchas de Ríos Vivos, han sido movilizaciones, marchas. Entre ellas, reseña Ríos Vivos la toma que hicieron durante ocho meses en la Universidad de Antioquia, “ocupando a la fuerza el Coliseo, tomándolo como una forma de refugio humanitario, porque no nos permitían reunirnos. Tomamos el lugar para poder, desde allí, denunciar lo que pasaba en lo local para llevarlo a lo departamental, para visibilizar en el ámbito nacional, internacional, logrando la primera audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos humanos”.

“Como campesino que vivo en el territorio, encontrar un espacio en un Coloquito de una Revista tan importante como ERRATA, publicación en la que participan académicos y personalidades tan importantes, creo que esta es una manera de reflexionar, de buscar otras maneras de construir nuevas formas de resistencia, desde lo colectivo, lo personal y lo académico. Participar en el Coloquio es pensar cómo podemos hacer resistencia constitucional, poder llegar a través de los mecanismos de participación ciudadana; la resistencia civil, lo que las organizaciones sociales hacemos; y la tercera, una incidencia jurídica, gracias al apoyo de abogados y expertos. También, es importante lograr un empoderamiento sobre la incertidumbre de quienes habitamos el territorio, que es perder la cultura del bareque, vivir en el campo, en contacto con la naturaleza”.

Desde la mirada de Graciano, estar en este Coloquio como organización es ser consecuentes con lo que predicamos, ir transformando, poco a poco, las formas de vida cotidiana, desde lo que consumimos, desde lo que motivamos, de cómo mejor las relaciones. Los académicos pueden aprender de nosotros, que somos quienes vivimos el territorio, así como nosotros aprendemos de ellos”.

Él concluye que “es hora de comprender esa actitud engañosa que han tenido las empresas, de decirnos que nosotros al vivir en el campo somos pobres, no lo somos, somos ricos, tenemos agua, tenemos bosque, tenemos aire puro, ¿por qué nos dicen que somos pobres?”.