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Cuerpos glaciares, ancestros hídricos de una extinción futura – Natalia Castañeda Arbeláez | XII Premio Luis Caballero

Proyecto nominado al XII Premio Luis Caballero.

Del 13 de julio al 25 de agosto de 2023.

Los glaciares colombianos tienen una tendencia a la desaparición. El IDEAM pronostica la extinción del nevado Santa Isabel en los próximos diez a quince años. Con el derretimiento de estas aguas milenarias, un símbolo visible del calentamiento global, somos testigos de la extinción de un ecosistema clave como recurso hídrico del país, además de un patrimonio ambiental fundamental para el territorio colombiano. Este proyecto de instalación reflexiona sobre la idea de glaciar, acercándonos a estos cuerpos de hielo en movimiento, a través del vínculo entre arte y ciencia. El proyecto toma los glaciares y sus vestigios como objeto de observación de antiguas aguas congeladas. Lo cual, desde una metodología artística e intercambio con científicos, plantea cuestionamientos para sensibilizarnos como testigos de una extinción inminente: ¿Cómo relacionarnos con un paisaje en deshielo y hacer memoria de un glaciar en extinción? ¿Cómo extender filamentos sensoriales que abonen la empatía en diversas existencias y cooperaciones? ¿Cómo asumir y entender el cambio y entregarnos a él?


Cuerpos glaciares: ancestros hídricos de una extinción futura

Los glaciares son aguas compactadas de antiguas nevadas expuestas a las dinámicas del tiempo: acumulan hielo y sueltan agua, reciben y entregan. Son masas de hielo en movimiento. La congelación de un tiempo puesto en rotación. Son las fluctuaciones del hielo, de los detritos rocosos y de los velos de ceniza, que ruedan paulatinamente por las pendientes más altas. Son futuros ríos contenidos. Los glaciares son cambiantes y dinámicos, dependen directamente de las extremas condiciones atmosféricas de la alta montaña. Los blancos copos de nieve se transforman y se compactan al azul del hielo glaciar,  el lento descenso extrae las burbujas de aire que difractan la luz para llegar hasta la profundidad del índigo glaciar, rudo y ancestral.  Su rigidez es aparente, se quiebra y se agrieta como signo de fluidez. Al abrigo con la tierra, el agua se filtra sin compensar la pérdida. Entre las fisuras, los rayos UV y el aumento de la temperatura, debilitan el hielo, gotas de agua que se escurren por la cuenca del glaciar, la zona de ablación o línea de retirada. 

Al borde de los 5.000 msnm., los últimos glaciares del trópico son una rareza gracias a su latitud ecuatorial y la elevación altitudinal, pese a su desequilibrio son ecosistemas resilientes y cambiantes. En unas décadas ya no existirán glaciares, lo que afectará directamente la biodiversidad y el ciclo de los recursos hídricos. 

Según el IDEAM:
“el aumento de la temperatura y del CO2 en la atmósfera desplazan cada ecosistema de los Andes Colombianos con sus límites superiores; se da un ascenso altitudinal montano con más del 50% para cada zona, desde el bosque andino, subpáramo, páramo, superpáramos hasta el cinturón nival. La translocación altitudinal de los ecosistemas colombianos de alta montaña puede ocasionar posiblemente la desaparición total de algunos biomas”. (IDEAM, 2012). 

Es decir la extinción de uno o varios ecosistemas. 

Cuerpos glaciares, ancestros hídricos de una extinción futura hace un seguimiento a glaciares circundantes desde un agenciamiento cuerpo a cuerpo proyectado en relatos que cruzan estudios científicos, afectos, mapeos y ficciones. Se presenta un espacio de archivo, de visualización y de experimentación de estos territorios en un seguimiento colectivo, un acercamiento sensible, un conocimiento situado y transdisciplinar. Se trata de una metodología artística e intercambio con especialistas que abre la reflexión conjunta, donde la ciencia, la poética y el arte, proyectan el estado frágil y anímico de un ecosistema sensible al cambio climático.  

Partiendo de la vivencia personal se busca mantener activo el vínculo con la montaña, donde la atención a los cambios hace visible la fragilidad del paisaje que, como el cuerpo, se desgasta, se cansa, se contamina y se fractura. A través del relato, la cartografía y el montaje audiovisual se persigue un parentesco que nutra la comunicación y el intercambio con la naturaleza, con el glaciar, hacer que la ficción entrelace conversaciones que comprenden una concepción ancestral, un cuerpo compartido y un cuidado conjunto en busca de nuevas maneras de interacción con el territorio. 

La Corte Suprema de Justicia en el 2020 declara y ordena que el Parque Nacional Natural de los Nevados sea considerado: Ser Sujeto de Derechos de Especial Protección. Es una apelación que, desde una aproximación jurídica y científica, reconoce a la montaña como un sistema interactivo, un conglomerado autorregulado y compuesto por multiplicidad de organismos vivos y procesos biológicos. Una trama de fuerzas vitales en modos complejos de interdependencia, modos intrínsecos de los cuales somos parte. Un reconocimiento legal y una postura animista que se arraiga en el territorio desde diversas perspectivas que cruzan lo simbólico, lo político y lo biológico; una forma de concebir la tierra como un tejido simbiótico que actúa e interviene en su propia historia y con ella en la nuestra.

Este proyecto de seguimiento revela cambios y propone vías de especulación que reconocen en la alteridad con la naturaleza nuevas formas de convivencia y cocreación. Se suscitan imaginarios que coincidan con acciones posibles para retomar la esperanza como vínculo indispensable y restablecer una relación esencial con el entorno. Ficcionar futuros alternativos que sean la suma de conocimientos tanto animistas como científicos. Se apela a modos de conocimiento mítico y ecológicos para atar nuestro existir al territorio. Es un llamado a la fabulación que honra a la montaña y sus formas ancestrales.  Es la urgencia por un relato necesario de un posible paisaje extinto, cuya imagen es lo único que podemos reinventar y volver a experimentar. 

La exposición presenta un recorrido por tres secciones. La primera conforma un espacio polivalente, de archivo y laboratorio, en el que se recopila un imaginario histórico sobre registros del glaciar; conformado por documentos fotográficos, dibujos in situ, mapas y pinturas, los cuales abren un espacio de difusión topográfica y paisajística de la evolución de estos ecosistemas. En este escenario, se darán las activaciones y los conversatorios que promueven acciones para mapear poética y cartográficamente el nevado del Tolima. 

En la segunda sección se exponen panorámicas del territorio desde la cercanía del dibujo a pulso de las libretas de viaje y la distancia numérica de los modelos expandidos de nubes de puntos. Y en la tercera sección, la videoinstalación sumerge al espectador en una conversación íntima con la montaña, en una película de cine experimental a dos canales:  Entre el volcán y la vertiente.

Invitados:

  • Jorge Luis Ceballos, glaciólogo, especialista del IDEAM
  • Sergio Castrillon Arcila, músico y compositor. 
  • Mariana Matija, artista y activista. Rey Naranjo
  • Saida Martínez, Andrés Cruz y Juan Camilo Otalvaro, Red de monitoreo participativo del volcán – nevado del Tolima.
  • Monica Naranjo, Artista y editora. Nómada Ediciones. 

Colaboradores:
Julia Calle, Sergio Castrillón Arcila, Jorge Luis Ceballos, David Koral, Orlando Castañeda, María Calle Guerrero, Saida Martínez, Marc Oliva, Helena Calafell, Virginia Exposito, Sonia Goute, Natalia Castrillón, Gonzalo Muruaga, Llapispanc, Santiago Dussan, Carlos Hurtado, Eliana Baquero, Simón Velez, Diego Bustamante, Javier Ferreira, Juan Camilo Otalvaro, Juan Felipe Castiblanco Céspedes, Heïdi Sevestre, Ixeia Villader.  

Archivo:
Archivo del IDEAM
Jorge Luis Ceballos
Colección Salazar Hernández
Adalberto Ceballos
Juan Camilo Otálvaro
Red de monitoreo participativo del volcán-nevado del Tolima
Colección de Arte del Banco de la República 
Biblioteca Luis Ángel Arango 
Biblioteca Nacional de Colombia

Agradecimientos:
A la montaña, al territorio, tierra de casa que me ha permitido durante años volver a recorrerla, habitarla y reflexionar con ella;  así como también, a las personas que me han acompañado en estos recorridos, al IDEAM en cabeza del glaciólogo Jorge Luis Ceballos, al equipo de ruta y monitoreo de la región,  y a todas las personas que de alguna manera, protegen y cuidan estas montañas desde un lugar anónimo y comprometido.