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Laboratorios Barrios Vivos 2024

Sembrando imágenes, cosechando conciencia: laboratorio de realización audiovisual ambiental

Población: adulto mayor

Localidad: Puente Aranda

En ese laboratorio se fortalecieron las capacidades de comunicación y divulgación de los líderes ambientales de la localidad de Puente Aranda, quienes necesitaban herramientas para comunicar de manera efectiva los beneficios de las prácticas agroecológicas a un público más amplio. Se utilizó el lenguaje audiovisual como una herramienta para lograr este objetivo, generando una mayor visibilización de las huertas comunitarias y resaltando su valor como espacios fundamentales para el desarrollo sostenible de Bogotá.

Durante las seis sesiones del laboratorio, los participantes se embarcaron en un recorrido integral por el lenguaje audiovisual y recibieron una introducción a los conceptos básicos como planos, encuadres, movimientos de cámaras y comunicación efectiva. Se realizaron ejercicios prácticos en grupos, usando dispositivos móviles para crear reels sobre una huerta visitada, con un experto en video, agricultura y agroecología. En las siguientes cuatro sesiones, se profundizó en reglas de composición y psicología del color, seguido de prácticas de composición fotográfica y grabación. También se trabajó en la construcción de guiones y la exploración de géneros audiovisuales como reportajes, entrevistas y videos. En la sesión final, los participantes aprendieron técnicas de animación y aplicaciones relacionadas, desarrollando videos animados sobre agroecología.

Laboratorio Artístico El Socorro – Kennedy
Población: Adulto mayor y jóvenes

Localidad: Kennedy

Fue un espacio dedicado a fomentar la creatividad y la expresión artística mediante la cocreación intergeneracional en la localidad de Kennedy. En ese entorno, artistas de diferentes generaciones colaboraron para explorar y experimentar con diversas técnicas artísticas, promoviendo la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.

En las cinco sesiones del laboratorio, los participantes aprendieron a dominar dos técnicas fundamentales de grabado: la xilografía y el linograbado, las cuales permitieron la experimentación artística a través del uso de diversos materiales blandos y duros, brindando a los artistas la oportunidad de explorar y expresar su creatividad de manera única. Además, se exploró la escultura mediante la técnica del kirigami, una variante del origami que combinaba cortes y plegados para crear esculturas tridimensionales a partir de un solo plano de papel.

Ese espacio no solo fue un lugar de aprendizaje y experimentación, sino también un catalizador para el cambio cultural hacia una práctica artística más sostenible y colaborativa, con un enfoque en el uso responsable de materiales y la promoción de la creatividad colectiva.