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Detrás de lo que oculto

ocultar parece ser una forma muy efectiva de conservar información, aquí nos adentramos a lo hermético, lo escondido detrás de cada pintura.

Javi es un pintor y reciclador tolimense que investiga,  está fascinado con la posibilidad de rastrear versiones alternas a la que entendemos como verdad histórica, le interesan las historias del campo y los cuentos fantásticos que aún viven en su familia. 

DÍA 1

Perdidas para siempre:

 a comienzos de este verano envié por correo una serie de diez pinturas con motivo de la vida al lado del río, ahora esta serie de pinturas está perdida para siempre, me quedan tan sólo estas imágenes como pruebas fantasmagóricas de lo que ya no tengo, de mi estadía en esa pequeña ciudad en la que fui muy feliz; no puedo decirles el propósito mismo de mi viaje, no por mí por supuesto, pero puedo asegurarles que lo disfruté, fui feliz, lloré, me sentí vivo, les aseguro que valió la pena así lo haya perdido todo, sabía que tal vez todo acabaría o tal vez no, aun así me lancé, en estos días les contaré un poco sobre los cúmulos que quedan atrapados entre una capa y otra de pintura, invisibles, indescifrables, esos cúmulos irrecuperables y de los que recientemente debo ocultar para que sigan vivos, son muy preciados para mi, esos instantes que aparentemente se han ido para siempre con esas pinturas, tal vez sean ilusorios, tal vez no, pero valió la pena intentarlo y lo volvería a hacer.

Javi <3

A comienzos de junio del año pasado en Mariquita – Tolima, conocí a Sandra y a Nubia; dos armeritas que me contaron sobre el caso de dos muchachas que quemaron vivas públicamente a comienzos del siglo XX en la plaza central del extinto Armero, acusadas por brujería.  desde ese encuentro empecé a coleccionar imágenes digitales de xilografías de la persecución de brujas en la  edad media europea y de los juicios de Salem en Massachusetts con el motivo de la vida oculta de las brujas. a partir de ellas empecé a hacer estas pinturas sobre encuentros mágicos, aquí en los pueblos al Sur del Tolima.

Javi <3

Detrás de cada pintura hay  fragmentos invisibles y en todo caso susceptibles a desaparecer:  es una constante que la figura de las mujeres que pinto sin planearlo  tienen un aire a mi mamá, como está patasola, también me gustan mucho las dantas y los animales de monte, en otros tiempos las mujeres de mi familia cazaban en el bosque espeso agoaties, armadillos y cusumbos, la última imagen son bañistas de noche, una escena muy usual en las orillas del río Magdalena entre la media noche y la madrugada en Natagaima y Purificación, al sur del Tolima.

Los conciertos de camara Los conciertos de cámara: yo era un mal violinista, el peor de todos, todos lo sabían, yo lo sabía, sabía que todos lo sabían; en la orquesta hacía mímica, fingía, era una farsa, un artificio, una mentira.

Mimetizarme, lo mejor que podía hacer por mí, hacer de cuenta que.

Tal vez por eso soy artista, fingir lo más vital, excepto los conciertos de cámara , ahí estaba solo, el peor momento, todos se daban cuenta, yo era malo.

Javi <3

La firma en el libro mágico del Señor mariposa: en la edad media era una creencia popular que los poderes sobrenaturales eran concedidos a aquellos que entregarán su alma libremente al firmar  el libro del diablo, transformarse en un animal, leer las mentes, ver el futuro; en esta composición partiendo de una xilografía del siglo XVI  en colores pasteles, recreo la arquitectura en madera de caserío de Murillo, un pueblo  al norte del Tolima de donde son naturales mi abuela, mi mamá y mis tías; las vestimentas, como la ruana, la falda larga y los sombreros corresponden a la indumentaria típica de mediados del  siglo XX en esta zona, concretamente al iniciar el periodo que llamamos La Violencia. Mi distanciamiento de la vida en el campo fue a partir del fusilamiento de mi abuelo por parte de la guerrilla, creo que desde ahí , desde el no tener, desde el añorar algo que nunca tuve,  inició mi fascinación por la vida al lado del monte. Desde ahí, cada cuento, cada historia fantástica que me cuenta mi abuela en su juventud es un pretexto ideal para tener un campo y un habitar cerca del monte interno.

Javi <3